Esta semana la enfermedad que padecía Manolo Seisdedos,
antiguo compañero de Audición y Lenguaje de nuestro centro, terminó por ganarle
la partida, no le resultó fácil, durante largos años Manolo luchó con fuerza
contra ella y fue ganando batalla tras batalla, hasta que sus fuerzas
flaquearon.
Se ha marchado, sí, pero no del todo, en las caras de los
niños y niñas con los que trabajó durante años, dedicándoles todo su esfuerzo
para poder hacer que mejorasen en sus aprendizajes, siempre veremos reflejados
destellos de gratitud hacia él. En el día a día del trabajo de muchos de sus
compañeros, tendremos presente siempre sus consejos y el orgullo de haberle
conocido y haber aprendido a amar esta bonita profesión tanto como él la amaba.
Nos enseñó el valor de muchas palabras, como trabajo,
esfuerzo, cariño, comprensión, paciencia, orgullo, ternura… y en todas ellas
nos lo demostró con su ejemplo cada día.
Hasta siempre compañero, amigo, maestro.
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